Desde bebita, el perro fue un animal que siempre estuvo dando vueltas por mi casa. Cartucho, (el único perro que midió mas de 40 cm. de altura, los demás todos fueron salchichitas) Chiquita, Trufa, Ofelia (mi preferida), Cornisa y Tronco (el único que aun sigue vigente) y cada uno de ellos, siempre han tenido un lugar especial, es decir no eran simplemente perros, sino que un Sojito más. Con lo cual mi amor por este tipo de bichitos siempre fue notorio. Desde que me fui a vivir sola, siempre rondo por mi cabeza la idea de tener un perrito, el tema es que yo estoy fuera de casa muchas horas, y me da mucha pena dejarlo solo tanto tiempo, es por ello que vi postergada esta idea todos estos años... Pero aun así, no abandone la idea de tener alguna mascotita, el año pasado pensé en adoptar un conejo de orejas caídas (desistí cuando me dijeron que se comía todos los cables), adopté un pichón de paloma que encontré turuleco en la calle (no pudo resistir mis cuidados y a los pocos días de la adopción, falleció) y finalmente hace dos meses, adopté una gatita. Fue amor a primera vista!!!!!. Tan feúcha es pobrecita que me enamoró el primer día que la vi en una comida de reencuentro con mis amigos de la India. Aunque ese día la deje y no me la lleve... Pensé que había zafado de la adopción, pero a la semana siguiente vi una foto de ella publicada en facebook buscando hogar, y le pedí a Berni, que me la trajera, y así sucedió. Hoy, hace dos meses que ya vive en casa mi querida Pelusita. Debo decir que la convivencia al principio no fue del todo fácil... Parece ser que los gatos se estresan!!!!! y necesitan un tiempo de adaptación, se esconden, y cuando esto ocurre, hay que dejarlos. Claro que esto yo no lo sabía, así que cada vez que se escondía en algún recoveco, yo la corría con un palo de su escondite e intentaba que estuviera conmigo unos segundos. No se si fue producto de estos palazos, pero la gatita durante los primeros días, me mordía y arañaba mucho....
Otra cosa que hacemos casi todo los días, es salir a pasear, sisisissi a pasear con correa a la calle. Evidentemente la gente no esta acostumbrada a ver tal imagen, pues cada vez que salgo siempre hay alguien que me pregunta con cara de asombro - ¿Es un gato?, - Si señora, es un gato!!!!!!
Algunos me dicen cosas feas como - Que ridícula, los gatos no pasean!!!! - Me dan ganas de contestarle, a no pasean? si yo te vi el otro día sacando a pasear una gatita de dos patas!!!!!!- Algunos me dicen cosas lindas, como - No queres sacar a pasearme a mi?- Jjajajaaj me divierte mucho las distintas reacciones de la gente, pero el objetivo principal por el que paseamos, es porque quiero que sea una gata acostumbrada a la gente, y no esos gatos malos y traicioneros que pelean y pelean. Les confieso que me da mucho laburo, ya que no logro acostumbrarla del todo a la correa, y que durante las primeras 2 cuadras y media, sale a la rastra, y el último tramo lo corre!!!!!!
Todavía no entiende el, noooooooo, no se muerde!!!!!, adentro de la heladera va solo la cerveza no los gatos!!!!!, el papel higiénico no es para jugar!!!!! salí del ropero!!!!!!, no te subas a la ventana que te vas a caer!!!!!, etc!!!
Hacemos una buena dupla, y somos las gatitas más famosas de la manzana!!!!! y les cuento algo, ayer prendió la tele ella solita!!!!
ja, ja, ja. Quisiera ver esa escena.
ResponderEliminarAunque confieso que no me gustan mucho los gatos. De tener una mascota, sería un perro.
Dejé un comentario hace un rato, pero parece que no se completó.
ResponderEliminarMe encantaría ver esa dupla caminando por la calle: un gato con correa para que no se pierda. Debe ser algo único.
jajaj Si, somos una gran dupla jajajajaaj
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