Viajar en Bondi!

Cuando viajar en bondi se convierte en todo un desafío, conseguir monedas, asiento, llegar a tiempo y sana con todos los huesos en su lugar, esta bueno encontrar algún punto de distracción. Para aquellos que les torre, y tengan que hacer viajes largos les propongo un ejercicio que puede resultar interesante: “Pónganse a mirar a la gente que viaja al lado de ustedes” se descubren unos personajes maravillosos!!!!!. Esta es un clásico, el que se quiere hacer el pícaro, y ratonear algunos centavitos y echarle la culpa a la maquina de boletos. Deci que los chóferes ya se avivaron de esta maniobra poco creíble y sino escuchen este caso totalmente verídico. Una mujer, entrada en algunos cuantos años, (no voy a decir cuantos, para evitar ofensas de mis lectores, los dejo que jueguen con su imaginación y le pongan la edad que quieran) que subía cargada hasta el caracú, llena de bolsas, y con paso cansino y rezongón, (uffff, hayyyy puufffff, hacia así posta). Empezó a poner una a una las moneditas en la máquina de los boletos, cuando vio que su boleto no salía, empezó a ponerse nerviosa, y con un tono elevado le decía al chofer. – Señor!!!!!!!!!!! No sale el boleto, no sale!!!!!! Mientras sacudía la máquina.- El chofer, con voz de poca paciencia le contesto: le faltan cinco centavos señora, no sacuda la máquina, que me la va a romper!- - La maquina ya esta rota! – contestó – Yo se muy bien cuanta plata puse, y no me falta nada, así que me da el boleto ya!!!!- La máquina no esta rota nada!!!, no voy a perder el tiempo con usted, hasta que no ponga los cinco centavos que le faltan, no nos movemos de acá!!!!- Clavo los frenos y puso balizas y se quedo estacionado en la mitad de la calle. Un crack!!!!!!!! Esto generó que el resto de los pasajeros una especie de nerviosismo generalizado, y miradas enojadas dirigidas a esta buena mujer que entorpecía el retorno de la mayoría de nosotros hasta nuestras casas. Le señora INDIGNADA se puso a buscar monedas en su cartera, pero obviamente no encontró ninguna, ya que no le quedaban más. Finalmente un “buen samaritano” le presto los cinco centavos que faltaban, lo que generó a un más indignación en la Sra. – Esto no va a quedar así, se lo aseguro, se lo aseguro!!!!!!. En muchos de los que viajábamos con ella, esta situación no hacía más que causarnos una risa contenida, a mi en general estas escenas patéticas me causan gracia, pero contenida, ya que me daba miedo reírme abiertamente pues esta buena mujer se sentó cerca mío, y cuando me vio reírme me miro con cara seria, y por un momento pensé que me tiraría alguna bolsa por la cabeza. Poco tiempo pasado esto, subió un hippie con aretes por todos lados, escuchando música a todo volumen con sus auriculares, que cantaba como un desquiciado. Era muy gracioso!!!! Vieron una especie de Hijitus el de Tinelli. No solo cantaba, sino también bailaba!!!!. A nuestra amiga, (la de las monedas) claro no le causaba ninguna gracia, nuestro hippie cantor, tanto que le hacia gestos como que se baje el volumen!!!. – Que espanto, ya no se puede ni viajar en paz en colectivo en este país!!!!!, nadie respeta a nadie, me bajo acá me bajo acá!!!!, chofer!!!!!!!!! Debería poner orden!!!! – El chofer que insisto era un crack! le contesto muy locuazmente – Si voy a poner orden. Bájese señora de una vez!!!!!. – Hubieron sonrisas generalizadas que bancaron a Fooooooooooooooollllllllllllll al conductor.


Cuando ya estaba a pocas cuadras de llegar a casa, sube una mujer muy humilde, toda envuelta en trapos, y con una mascarilla tapando su boca y con un palo que hacia de bastón. El bondi estaba lleno no había ni un asiento libre, y de repente como por obra de magia, aparecieron dos asientos libres, uno para ella y otro para algún valiente que quisiera sentarse al lado de ella. El 99 % de los pasajeros prefería viajar parados y apretados que sentarse a su lado. Pero apareció un valiente. Alguien que se sentó con ella, que le sonrío, que le convido una opera, y hasta le pregunto si se sentía bien!

Mientras todos los que estábamos cerca, le esquivábamos la mirada, y nos poníamos lo más lejos posible (me incluyo a fool), este valiente, no solo se acerco, se preocupo por su bienestar y hasta compartió algo de lo que tenía.

El valiente, era un chiquito, de no mas de 7 años que viajaba con su Papá que nos dio una lección a todos!. Va a mi por lo menos me dejó pensando todo lo que quedo del día…

5 comentarios:

  1. Hola, pense que nunca volverias a publicar, que bueno que hallas regresado. En cuanto a tu entrada, te cuento que yo postie una similar, a la que titule "olores que matan" aver si la lees. Bueno en mi pais no usamos la palabra "bondi", nosotros le llamamos "combis", que por cierto suenan casi de la misma manera.

    slaudos.

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  2. Aca los llamamos "micro" y puedo decir que siempre que me movilizo lo utilizo y como tu lo dices es muy divertido observar a la gente y los gestos que hacen cuando no pillan asiento y las insinuaciones faciales en pos de un asiento. Algunos golpean los asientos para que estos se enfrien y recien se sientan.

    Un beso

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  3. Te invito a venir a Lima y darte un paseo en nuestras odiadas-amadas combis. Tendrías relatos para muuuuchos posts, ja, ja.

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  4. Los medios de transporte masivo, es la parte pintoresca de todas las ciudades, nosotros tenemos a las famosas combis, son un peligro en las pistas, van por donde quieren, suben pasajeros en cualquier lugar y corren como locos, atropellan y dejan tirado al atropellado, etc.etc.
    Muy buena tu entrada, te visito por el comentario en el blog de Gaby, y te invito a visitar mis tres blogs.
    Cariños,
    Maricarmen

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