Si hay algo que disfruto mucho, es la compañía de mis sobrinos.
Jugar, hacerlos reír, abrazarlos molestarlos, charlarles, realmente me encanta.
Tengo 7 sobrinos de distintas edades, el
más chico tiene casi un año, y el más grande casi 10.

El programa consistía, en comer todos
juntos un riquísimo menú bien
proteico (pasa fritas, patys al pan con papas fritas y mucha coca
cola)
Después de comer, (no tuve en cuenta que
los chicos de 9 años están en plena edad de crecimiento, con lo cual mi menú
los había dejado con algo de hambre) pasamos por el gimnasio que tiene mi
edificio, los chicos estaban de lo mas divertidos corriendo en una cinta
prehistórica y bicicleta algo destartalada, haciendo fierros y quemando energía a lo loco. Con esto
pensé que los chicos quedarían planchaditos y luego del heladito se quedarían
dormiditos como unos angelitos que son. Se hacia difícil que los chicos
quisieran abandonar los fierros, no se cansaban nunca y en un momento pensé que a lo
mejor deberíamos hacer el pijama party allí.
Finalmente y luego de recordarles que nos esperaba un heladito delicioso
a una cuadra de casa, largaron los fierros y
nos fuimos a asaltar Freddo.
No se si fue el hecho de
estar adentro de un ascensor, el centro porteño, el gimnasio o
que las clases estaban por empezar o que paso con estos tesoritos, pero lo
cierto es que tenía un excite enloquecedor,
los cuatro gritaban a la vez y corrían por los pasillos del edifico,
se escondían en los pasillos y me decían: - Tali, esto recién empieza, nos
vamos a portar muy mal!.Pensé que se trataba de un chiste, pensé eso, pero….
Cuando llegamos a la PB, el
portero que se ve que venía escuchando los gritos enloquecedores desde la terraza, que a modo de colaboración,
los freno en seco antes de abrirles la puerta y se puso a charlarles unos minutos, cosas que creo que los apaciguo un poquito.
Cuando yo pensé que el huracán ya se
había calmado abrimos la puerta rumbo a la calle.
En ese instante los
cuatro demonios salieron corriendo cual potros salvajes que se
escapan del corral, y yo atrás gritándole como
una loca: - Chicos vengan acá inmediatamente, o los mando en colectivo a
sus casas ya mismo!!!!.
Claro como se lo decía riéndome, no
creyeron ni una palabra de mi amenaza, aunque por suerte dejaron de correr
hasta que llegaron al Patio Bulrich (Shoping al que fuimos a tomar el heladito).
Cuando vieron las escaleras mecánicas entraron en un éxtasis aun más brutal y
empezaron a subir y bajar por las mismas a todo lo que daba.
En ese momento, opte por dejarlos correr,
me reía tanto por la situación que en realidad no podía hacer mas nada...
Los chicos corrían por las escaleras, se
pegaban patadas, empujaban a la gente, ¿que podía yo hacer? Estaba en
manos de 4 desquiciados.
Les dije que si seguían gritando y
haciendo lío los 5 helados me los iba a comer yo, así
que prolijamente se sentaron en una mesa y me gritaban: Tali ¡¡¡¡¡ Yo quiero el helado más grande
que haya, con dulce de leche y merenguitos!!!!
- Si si, ya voy mi amor, ¿Usamos tu
tarjeta?. No había merenguitos así que estos
son los helados que conseguí.... (Mi presupuesto daba para el más chiquito,
solo uno ligo con baño de chocolate).
Estaban felices con sus helados, todos enchastrados:
Uno de los chicos me pregunta: - Tali como
se llama este helado? - Dulce de le leche!, contesto yo. - Es el helado de dulce de
leche, mas rico que comí!!! .
En ese preciso instante, pensé que mi próximo helado sería de sobrino amoroso la crema!!! Morí de amor…
Después del heladito,
volvimos a casa, y vimos una peli. Pese que era una tía moderna y que les había
elegido una peli copada. Ete aquí,
que los cuatro ya la habían visto.... Pero bueno, no les quedo otra que
volverla a ver, protestaron un poco pero se la fumaron
Cerca de las 12 terminamos termino, era el
horario ideal para y llegó irnos a
"dormir". Se lavaron los dientes y se pusieron sus pijamas como
angelitos. – Bueno esto es una papa al final, todos a dormir!!!!!.
Los dos mas grandes, dormirían en el living pie cabeza, les mostré como tenían que
hacer y me fui a mi cuarto con los dos mas chicos, quienes ya estaban recontra instalados en mi cama, casi no dejándome lugar.
Tan poco lugar me dejaron, que pensé que
la mejor opción también era hacer pie cabeza también y yo ponerme en el medio
de los pies de ellos dos.
A los dos minutos de acostados todos, los mas grandes empezaron
a pelearse en el living a almohadazo limpio. Cuando me levanto a poner orden en el living. Los que estaban en mi cuarto empiezan a saltar en mi cama, y cuando vuelvo a retarlos,
me reciben con un almohadonzazo en la cara.
El caos en mi depto
era demencial, los chicos saltaban y tiraban los almohadones por toda mi casa,
gritaban y saltaban.
En un momento tuve
una idea genial, me llame por el celular al teléfono de línea y simule un
llamado de la policía. Los chicos creyeron que me estaba llamando la policía y
decía que si seguían gritando se los iba a llevar a la comisaría.
Jaja con eso los tranquilice. Los que dormian en el living, abortaron la mision de dormir pies cabeza y uno y se paso al piso. Le arme una cama mas o menos
pasable, aunque recibí algunas criticas, me decía que los almohadones tenían
pelos de Pelusa, mi respuesta fue – Bueno gordo, cerra la boca para que no te
entren (se nota que ya no tenia tanta paciencia?. Los mas chicos quienes habían usurpado mi cama y la
de pelusa, terminaron echándome a
mi también poniéndome ambos los pies en mi cara, y también termine en el piso.
Noche larga como pocas...
Al día siguiente yo era un cadáver, y los
chicos seguían siendo los mismos demonios de
siempre. Les prepare un mega dulce desayuno con cindor, galletitas,
dulce de leche, pero pese a mis esfuerzos se quedaron con hambre y los
mas triste es que ya no
tenia mas recursos ¡¡¡¡para sofrenarlos!!!. Fuimos al gimnasio otra vez,
saltamos cantamos gritamos, pelamos, lloramos y nos reímos hasta que una
vecina amorosa nos hecho del gimnasio.
En mi casa no tengo Wi, ni play, ni Internet,
ni compu., entonces uno de los chicos me propuso lo siguiente. – Tali, no queres que
vayamos al musí mundo de aca al lado y compremos algo de tecnología???.
Como los chicos si habían llevado su MP3 se turnaban para jugar
con eso y con los jueguitos de mi teléfono hasta que llego mi mama a
rescatarlos y a rescatarme a mí también. La verdad es que estaba muy cansada, pero me divertí
como loca, y para mi fue un gran programa, agotardor, pero un gran gran programa.
Cundo nos despedimos con un fuerte abrazo, prometí que volveríamos
a repetir el programa cuando los chicos tuvieran 25.
Yo tengo dos sobrinos, de 20 y 6 años. Siempre quise que fueran más, pero después de leer tu relato, me quedo contenta con mis dos personitas favoritas.
ResponderEliminarEs lo mas tener sobrinos ojo que yo los amo locamente
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